LA TRAMA DE UNA HISTORIA - ELEMENTOS ARGENTINOS
Fotos de Elementos Argentinos y palabras de Natasha Ygel
¿Cómo llegaron a dedicarse a esta noble profesión que es producir junto a artesanos del norte argentino una trama de la historia?
Por casualidad. Un par de años antes de cumplir 40 empecé a cuestionar mi vida, a preguntarme por qué, si económicamente estaba todo bien, no era feliz gerenciando empresas. Dejé mi trabajo y comenzó una búsqueda que nos puso, a Pablo Mendivil, mi socio y compañero de vida, en contacto con tejedores que tenían dificultades para vender sus productos. Comprar una selección de sus tejidos como quien da una mano, y ver que pudimos vender todos en Buenos Aires, nos dio la idea.
Obviamente después hubo que hacer mucho trabajo de búsqueda de las mejores tejedoras y artesanos y, al mismo tiempo, estudiar sobre textiles, tejidos, teñido y telares, pero el inicio fue de casualidad (aunque, la verdad, no creo mucho en las casualidades).
¿Por qué eligieron trabajar con comunidades del norte argentino?
Porque yo soy de Tucumán, y ese primer contacto lo tuvimos con artesanas de Catamarca que estaban tratando de vender sus bellos productos en Tafí del Valle, Tucumán, que es dónde nosotros estábamos parando.
Además, al haberme criado en la zona y con ese tipo de textiles, eran productos e idiosincrasias completamente familiares para mí, por lo que se dio naturalmente.
¿Cómo trabajan los diseños con los artesanos?
La réplica del color y todos los temas relacionados con el diseño y la producción han sido de los temas más complejos de estos 15 años. No sólo por la distancia y la falta de tecnología para comunicarnos (algo que en los últimos años mejoró muchísimo gracias a Whatsapp, pero que al principio nos obligaba a enviar diseños por correo, o vía fax a receptorías en poblados que le tenían que avisar a la tejedora por radio AM que tenía “un mensaje”), sino porque cada alfombra está hecha completamente a mano, desde el hilado de la lana al teñido y tejido, y poder estandarizar de alguna manera los procesos nos permitió, por ejemplo, hacer alfombras a medida sabiendo que el diseño que hace el cliente en los locales de Elementos Argentinos es como va a venir la alfombra.
Pablo, que es quien está a cargo de Producción, tiene trato casi diario o semanal con las más de 140 personas que tejen, y ese vínculo está mucho más basado en la confianza y en el vínculo personal, que es la pura transacción laboral. Es todo un arte decodificar lo que una cliente quiere, luego llevar ese diseño al idioma del telar, pasarlo por teléfono, y que llegue a Buenos Aires una alfombra perfecta.
¿Los telares que hoy se usan siguen la tradicion de los telares de los pueblos originarios?
Trabajamos con dos técnicas de telar diferentes: faz de urdiembre, que efectivamente es una técnica que ya estaba en esta zona antes de la llegada de los españoles; y faz de trama, que es la misma técnica con la que están hechos los kilims, y que fue introducida en América por los sacerdotes jesuitas durante el proceso de colonización. Cada una genera alfombras completamente distintas, con posibilidades de diseños bien diferentes una de otra, lo que hace que se complemente a la perfección.
¿Qué tipo de materia prima utilizan las alfombras?
Utilizamos exclusivamente lana pura de oveja 100% natural que puede estar hilada a mano con huso, o con rueca. En cuanto a los teñidos (que obviamente se hacen artesanalmente también), trabajamos con pigmentos naturales provenientes de plantas como el algarrobo blanco, o la jarilla, y también con tintes minerales que tienen que ser sin plomo, para que el agua pueda reutilizarse para riego. La lana es un material excepcional, no sólo es suave y relajante, sino que es un gran aislante acústico y térmico (siempre me gusta decir que en las tiendas beduinas se utilizan alfombras de lana para aislarse tanto del calor del mediodía, como del frío de la noche). Además, al ser ignífuga, es segura: se puede quemar, pero no va a arder, o levantar llama.
¿Elaboraron alguna técnica que los distinga?
No. A nosotros nos gusta trabajar con lo que cada comunidad conoce y sabe, respetando los saberes ancestrales de cada tejedora o artesano. Sí ponemos nuestro sello en determinados diseños, o combinaciones de colores o de hilos.
¿Qué significa para ustedes comercio justo?
Cuando empezamos en el 2005, y un poco por el motivo por el que creamos la empresa que veíamos más arriba, desde el día uno nos propusimos ser un puente entre tejedoras que no tenían clientes, y clientes que no tenían forma de conocer a esas artesanas, y quisimos que ese puente fuera honesto, equitativo, respetuoso de cada uno de los eslabones de la cadena (desde la oveja, el artesano, nosotros, el cliente y finalmente el planeta, que recibe al producto una vez que no utiliza más). Con el tiempo nos enteramos de que, básicamente, eso es el comercio justo. Hay muchas organizaciones que hablan y certifican sobre el tema del triple impacto.
Nosotros elegimos certificarnos internacionalmente como Empresa B, lo que significa que cumplimos con los más altos estándares en términos de desempeño social y ambiental, transparencia y responsabilidad empresarial.
¿COMO ALCANZARON A SER UNA EMPRESA B?
Fue un proceso de más de un año de evaluaciones en el que tuvimos que demostrar muchísimas cosas para poder obtener la certificación. Por ejemplo, a cuánto comprábamos y a cuánto vendíamos, demostrar que las técnicas de telar utilizadas no eran foráneas, contar sobre las políticas de ahorro energético o de agua de Elementos Argentinos, o enviar información demostrable sobre la composición de la materia prima utilizada.
Fue un arduo trabajo, pero así tiene que ser, porque este rubro se presta mucho para el abuso y la mentira, incluso hoy, hay gente que dice que hace comercio justo y uno sabe la forma vergonzosa en la que trabajan con los tejedores. Y esto pasa tanto en India o Pakistan, como en el norte de Argentina.
¿Qué políticas podrian existir para que haya mas familias involucradas en este trabajo?
Durante estos 15 años vimos muchas ganas de hacer cosas por parte del Estado y ONG’s, pero la verdad es que en la mayoría de los casos se acercan con un espíritu de “ayuda” y una mirada de beneficencia casi, y en lugar de capacitar integralmente, pensando no sólo en que sepan hilar, teñir y tejer, sino también insertar su producto en el mercado, les acercan herramientas que una vez que esa ayuda cesa, los deja exactamente en el mismo lugar en el que estaban antes.
Sería bueno que las políticas públicas en relación con este sector se pensaran con la libertad del artesano en mente, para que no dependa de ningún gobierno, y de ningún comerciante, y que sepa defender su producto y elegir la mejor opción de trabajo desde quien es y qué desea.
En este contexto, ¿pueden seguir trabajando a distancia?
Nosotros nos venimos preparando desde el 2016 para esto. Bueno, no para una pandemia, sino para que la gente “se anime” a comprar online. Ese año creamos la Tienda Online para comprar alfombras que ya están en stock, y también el Diseñá tu alfombra!, una sección de la web que permite elegir un diseño, y jugar con su tamaños e ir cambiando los colores hasta llegar al deseado para , luego, comprarlo desde la web, pero hasta hace 3 meses eran un rotundo FRACASO jajaja
Desde hace unas semanas se activó, y eso, junto con otras acciones que tomamos (como ofrecer 12 cuotas sin interés para todas las compras, el envío sin cargo, o hacer foto montajes de la alfombra que te gustó en una foto de tu casa para que la veas “colocada” antes de comprarla), nos ayudaron a pasar este tiempo con alguna dignidad. No es lo mismo que antes, claro, pero resignando nuestra rentabilidad hemos podido mantener la rueda girando, que no es poco en este contexto.
¿Qué los inspira?
Nos inspira ver cómo, a medida que pasa el tiempo y vamos visitando sus casas a través de los años, las tejedoras y artesanos con los que trabajamos van mejorando su vida. En un viaje ves que ampliaron la casa. En otro que se compraron un auto, o paneles solares. Luego te cuentan que sus hijos terminaron la secundaria, o que alguno se va a la universidad. Eso nos inspira, nos carga de responsabilidad y de pilas en partes iguales.
También viajar al norte. Claro, para mí es volver a mi casa, ver a mi papá, o disfrutar de mis hermanos y sobrinos, pero esas montañas, el azul helado de una mañana de invierno en Tafí, o un torrontés en un barcito de Cafayate al terminar el día de trabajo, o unas ricas empanadas de pollo santiagueño, son impagables. Y muy inspiradores.
Esperamos que disfrutes de los productos recomendados en nuestro sitio. Nuestro objetivo es recomendar productos y servicios de calidad y comprometidos con la sociedad y el medio ambiente.